No hay más secreto que la pureza de raza y la alimentación natural, en un ecosistema único, basada en hierbas y en bellotas de encina, alcornoque y quejigo que aportarán sus inconfundibles aroma y sabor. La elaboración tradicional, después del sacrificio y perfilado, continua con la sal como único ingrediente. El clima, el reposo y el tiempo hacen el resto. Y siempre el más estricto control. Paso a paso. Desde el genético de la raza, hasta las garantías de consumo, refrendadas `por la Denominación que sólo firma los jamones merecedores de la contramarca de calidad "Jamón de Huelva".
CÓMO CORTARLO
1. Se comienza con un profundo corte en la caña.
2. Se retira la corteza exterior. Sí no se va a consumir en un día se límpíará según se va cortando. Empezar por la maza con lonchas finas y pequeñas. El corte ha de ser siempre lo más recto posible.
3. En la cadera, con la puntilla se hará un corte incisivo a su alrededor, para que las lonchas sean limpias.
4. Al llegar a la rótula se extraerán lonchas sólo de la parte inferior dejando la parte del jarrete para el final.
5. Mediante una escisión profunda y haciendo palanca, se extraerá con facilidad el hueso peroné.; de esta parte se pueden extraer lonchas, o taquitos.
6. extraído el jamón de la rótula y jarrete se fe da la vuelta al jamon para seguir cortando por la contra.
7. El corte finaliza por la parte inferior o babilla.
8. El hueso de jamón es un gran ingrediente para dar sabor al puchero o cocido.
CÓMO RECONOCERLO
En la cala, por su aroma intenso y deleitable.
Al corte, por su veteado, infiltraciones de grasa, su aspecto brillante y marmóreo, su blanda consistencia y textura suave….. y siempre por su procedencia.